Pradera de Ordesa - Cola de Caballo

Después de varios años veraneando en Oto y muriéndome de ganas por subir a Ordesa este año me he quitado esa espinita por primera vez. Y digo por primera vez porque no sera la única.

Tuve la suerte de ir acompañado de dos buenos amigos con los que compartir la deseada hazaña que fueron José Luis y Jorge a los que estoy agradecido por ello.

Llegamos a la pradera después de coger el bus porque era semana santa y no podíamos subir con el coche. Una vez allí, y viendo nieve por la zona nos pusimos a caminar sin pensar que todo el sendero estaría nevado desde practicamente el principio, pero eso no fue óbice para llegar a nuestra meta, la cascada de Cola de Caballo.

Al principio las ganas por llegar nos hacían llevar un paso bastante ligero pero las pequeñas cuestas, la nieve en el sendero que cada vez era mas profunda, la gente.... mucha gente....., el tiempo, etc... nos hicieron frenar el ritmo aceleradillo a otro mas tranquilo.

Pudimos disfrutar del paraje, de las cascadas, el bosque de las hayas, en definitiva de todos los placeres y maravillas que ofrece Ordesa que no son pocos. En la pradera vimos que el tiempo aproximado de llegada a la cascada era de unas 3 horas pero a nosotros nos pesaba poco la mochila y en 2 horas y media estábamos allí, a pesar de que había momentos en que las procesiones típicas de ese tiempo también estaban allí porque se formaba cola de turistas, aficionados y verdaderos montañeros que querian disfrutar de la montaña

Recuerdo como anécdota graciosa querer adelantar "puestos" en la fila de senderistas y al sacar el pie del sendero y apoyarlo fuera me hundí hasta la cadera!! Mis compis se meaban de la risa con el consecuente contagio al resto de los asistentes y a mi mismo que entre la gracia que me hizo y la vergüenza que pase rompí a reír valientemente ja ja ja ja!!!

Después de 2 horas y media y de observar y disfrutar de las maravillas del camino llegamos a la cascada. Que ganas tenia de verla !!! Ahora, -pensaba- puedo disfrutar de ella en directo, en persona, y nadie me quitaba ese momento. Me parecía que había hecho una gran hazaña, que sin serlo, me resultaba tremendamente gratificante y me llenaba de mucha tranquilidad escuchar el sonido de la cascada, observar el paraje que encandilaba de solo mirarlo, y poder respirar ese aire que tanto había anhelado.

Después de hacer varias fotos y que una pareja muy maja nos hiciese esta a los tres mosqueteros pudimos descansar un poco en las cercanías de la cascada comiéndonos nuestro creo que merecido bocata y deleitándonos con el paisaje nevado del circo de soaso que brillaba con la nieve y el reflejo del sol.

No pude resistirme, así que me tuve que hacer una foto con ese maravilloso fondo antes de volver a emprender camino hacia nuestra salida y la verdad que la guardo como una de las mas especiales porque solo mirarla me transporta a la tranquilidad y maravillosa experiencia vivida en aquella salida y que os pongo aquí para que vosotros que me visitáis también podáis disfrutarla.

Espero que querais daros el pequeño lujo de disfrutar de la naturaleza que tanto reconforta y podáis hacer esta ruta que os recomiendo porque no hace falta ser un entrenado montañero para hacerla, eso si, no olvidar nunca que la montaña es la montaña y no hay que subestimar su peligro, aunque este sea uno de los senderos mas indicados, si no el que mas, para una principiante escapada a ordesa.